El recuerdo viene a mí como figuras holográficas:
Intangibles, inamovibles, borrosas, inmóviles e inquietas.
Si se mueven, corre el agua por el rostro,
pasa por ahí un recuerdo tras de otro.
No puedo acariciarte. Suspiro un deseo irremediable.
No guardo imágenes perfectas, no puedo ver cada detalle.
Lo que veo solamente es una pieza.
¡Deseo formar completamente el rompecabezas!
Te fuiste y el recuerdo no me basta.
Lo único que conservo es la imagen
de una juventud
ingrata.
Tu voz se ha escapado de mis oídos.
Tu aliento se ha disipado por el tiempo
transcurrido.
Tu rostro se hace pálido y distante.
Y tu aroma... tu aroma... es lo único
que perdura en mí constante.