“COGITO ERGO SUM” (#100)

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Memini ergo sum, para saber quién soy y no ser sorprendida.

Sentio ergo sum, para no andar siempre tan vacía.

Somnium I ergo sum para luego crear y tener una guía.

Cogito Ergo Sum, para siempre encontrar una salida.

Amo ergo sum, para poder vivir la vida.

Por ello: Ergo sum qui sum.

(Arriesgandome con el latin....) 

PINTURA (# 75)

Pintaré un retrato tuyo,

en mi corazón que es solo tuyo.

Antes que el cielo oscurezca,

antes que la luz se desvanezca.

Tatuaré tu recuerdo en mi alma,

para recordar cómo se ama.

(Este poema es pequeño, pero es uno de los que más me gustan)

AUTOANÁLISIS (#1 - noviembre 2009)

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Uno de esos días en los que no tenía nada que hacer, decidí hacerme una introspección. Pero como siempre estoy pensando en ti, ¿qué crees? Descubrí que soy cinco veces  neurótica:

1.      El superego me impide hacer lo que quiero hacer contigo. (Freud)

2.      No soy individuada, si tú no estás, no estoy completa. (Jung)

3.      Soy ritualista, porque te idolatro. (Erikson)

4.      Creo en la voluntad de poder, sí, de poder estar contigo. (Adler)

5.      Y como mi ideal es poder estar contigo siempre, hasta resulta que soy incongruente. (Rogers)

Bien, finalmente sólo hubo una de la que me salvé:

Eres el sentido de mi vida. (Frankl)

THANATOS (#104)

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El camino, no importa que tan largo haya sido.

Un sueño, y mi fe la eternidad me ha prometido.

Cincuenta años, un segundo, enfermedad o salud.

Me encuentro al fin de frente a la finitud.

Como la flor que espera mucho para nacer,

y como si nada desfallece un día después.

Pero nada le impide apreciar el sol de su corta vida.

Y a su paso por el mundo entró y encontró una salida.

Así, entonces la espera incesante de lo inevitable,

hará sin duda que vea la vida más admirable.

Y cuando esto lo haya hecho al fin,

ahí, entonces, comenzará… mi existir.

EL SENTIDO

En esta búsqueda incesante de afecto

me he encontrado a mí misma en efecto.

A quien no conocía, a quien siempre rehuía.

Conocí el ser, conocí a la mujer.

En este encuentro conmigo misma,

descubrí mi propio carisma.

Me despojé de la máscara y me vi cara a cara.

Encontré el sentimiento, encontré mi razón,

encontré el sentido, encontré el corazón.

DI un vistazo al interior por un distanciamiento exterior.

Y he aquí que ha resultado una historia por vivir,

y conforme pase el tiempo haré un recuerdo de mí.