MARIONETA

Finos hilos me mueven

izquierda, derecha, adelante, atrás.

Transparentes hilos me guían

al frente, a un lado, al otro.

Mis hilos, los míos, son cortos,

precisos para espacios diminutos.

Mi sonrisa está finamente dibujada,

plástica, inerte, fría, hiriente.

Mi mirada permanece petrificada,

calada, callada, penetrante.

Mis movimientos son lentos,

cautivos, ensayados, aprisionados.

Mi piel es de madera,

gélida, dura, insensible, casi piedra.

Mis articulaciones son flexibles,

dóciles, manejables, risibles..

Mientras el público grita,

ovaciona, aplaude y se emociona.

Te veo, a ti, cercano... titiritero…

¡Ah! si tan sólo el público supiera,

que tú me manejas como quieras.